Numerosas dificultades superan algunos estudiantes de la FIUNA de la filial Ayolas

Hernán Isaías Almirón Monzón es de Corateí, distrito de Ayolas, Departamento de Misiones, reside a 17 kilómetros del local donde funciona la filial de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (FIUNA). Quiere ser ingeniero, y por el  momento sus herramientas son la pala y la carretilla, que utiliza para trabajar en una fábrica de cerámica y con lo que cobra costear sus gastos.

“Lo que gané me alcanza para costear mis gastos parcialmente, porque no se gana tanto. Me ayudan mi mamá y mi abuelo”, comenta Hernán con entusiasmo. Es que tuvo un 70% de rendimiento en el primer examen de aritmética. “Vamos a ver cómo me va en los otros. Ijetu’u hina (está difícil), comenta. Añade que por la intensidad de la carga horaria no se va a su casa por estos días, es que el cursillo es de 10 horas diarias, de lunes a sábado.

“De momento estoy viviendo en una casa prestada que consiguió mi amigo Euclides”, comentó Hernán. “En realidad es el papá de mi amigo el que consiguió la casa prestada y yo estoy viviendo”, comentó.

Euclides Romero Domínguez es compañero de Hernán y está muy confiado en poder ingresar porque es una gran oportunidad para los chicos de Misiones. Roingresamantearä, expresó con seguridad, al compartir la opinión de Hernán, en el sentido de que el cursillo es muy pesado, aún así el rendimiento de los estudiantes es muy interesante.

La vicedecana, Prof. Ing. María Teresa Pino, que está trabajando con el plantel de docentes que se trasladó hasta Misiones, expresó que los resultados están siendo muy positivos en los casos que le cupo observar.

Hernán y Euclides son egresados del Colegio Nacional Padre Luis Fleitas de Coratei y ambos comparten el cursillo de admisión y la casa prestada por un poblador de Ayolas. Don Arrúa es el señor que le presta la casa a mi amigo Euclides, señala Hernán: Es muy buena persona por darnos esta posibilidad, señaló muy agradecido el estudiante, que aún no se decide que por cuál de las ramas de la ingeniería va a seguir.

Por de pronto, asevera, que estudiarán mucho para no desaprovechar la oportunidad al abrirse las carreras de ingeniería, “porque el trabajo es pesado en la fábrica de cerámica. No sé si sabés qué se hace en la fábrica, hay que palear y carretillear, no es poca cosa”, señaló al entrevistador el estudiante, que no solamente debe aprobar los exámenes del cursillo, sino, la distancia, la falta de comodidad y los costos que implica estudiar una carrera que demanda mucho tiempo y esfuerzo.

Alumnos Filial Ayolas

 

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